Es cierto. Los niños pequeños tienen favoritos. Aunque te sientas como el único padre del mundo que ha sido ignorado por tu pequeño, lo cierto es que esto sucede a menudo. Es increíblemente común que un niño pequeño se levante una mañana y decida que prefiere a uno de sus padres sobre el otro, o viceversa. Un día te mira con cariño y al siguiente te sientes como si estuvieras de nuevo en la escuela compitiendo por la atención de los chicos más populares.
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¿Por qué los niños pequeños tienen favoritos?
Los niños pequeños pueden tener favoritos por diversas razones. Las más obvias son el tiempo, la atención y las rutinas. Recuerda que tener rutinas diarias puede hacer que el niño se sienta seguro y protegido, así que si la mamá es la persona con la que el niño comparte más rutinas, puede ser la favorita por defecto. A veces puede ser algo específico del género o de la personalidad. O tal vez solo estén ejerciendo su derecho a ser independientes y a elegir lo que quieren (¡quiero que lo haga papá!).¿Por qué los niños pequeños tienen favoritos?
Independientemente del motivo del favoritismo de los niños, es importante saber cómo afrontarlo.
Consejos para lidiar con el favoritismo de los niños pequeños
No lo tomes personal
Es más fácil decirlo que hacerlo. Puede resultar hiriente que tu niño te empuje fuera del baño porque quiere que mamá le ayude a lavarse los dientes. Sin embargo, esto no significa que tu hijo no te quiera o que esté intentando herir tus sentimientos. Todavía no son tan sofisticados emocionalmente. Muestran preferencia por uno de los padres de la misma manera que muestran preferencia por una prenda de vestir concreta. Ten en cuenta que no es algo personal y que es temporal.
No te resientas con tu pareja
Los niños pequeños eligen sus favoritos por sí mismos. Lo más probable es que su instinto interno de apego y seguridad guíe su favoritismo en este momento. Tu pareja no le está entrenando ni presionando para que se comporte así. Aunque estos actos de favoritismo pueden dejar un sabor amargo, es importante resolverlo juntos. Además, recuerda que los niños pequeños pueden ser más perceptivos de lo que crees. Si empiezas a actuar con resentimiento hacia tu pareja, tu niño puede empezar a percibirlo.
Intenta tener tiempo a solas
Intenta dedicar un tiempo a solas con tu niño. Dar un paseo. Hacer diligencias juntos. Salir por un helado. No importa cuál sea la actividad, se trata simplemente de pasar más tiempo juntos.
Compartir las tareas de cuidado
Es habitual que uno de los progenitores se encargue de la mayor parte de las tareas de cuidado, como las comidas, los baños y la hora de acostarse, que pueden ser actividades de unión de primer orden (a menos que tu niño pequeño tenga una rabieta para comer las verduras). Para lograr un mayor equilibrio, intenta dividir las tareas de cuidado o hacerlas juntos. Pasar más tiempo con el progenitor menos favorito en las rutinas diarias puede ayudar a reavivar la experiencia del vínculo.
Apoya al padre o madre menos favorito
Si eres el padre o la madre que actualmente tiene el papel de favorito, recuerda hablar bien de tu compañero a lo largo del día y nombrarlo lo más que puedas. «¿Sabes a quién le gusta este libro? A tu madre. Seguro que tiene muchas ganas de leerlo contigo cuando llegue a casa».
No lo presiones
Presionar a un niño pequeño para que pase tiempo con el padre o madre que no es favorito puede empeorar las cosas. Recuerda que, en esta etapa de padre favorito, es importante hacer lo que funciona, no lo que crees que es correcto. Si lo fuerzas, probablemente crearás rabietas innecesarias. El objetivo es responder con empatía, comprensión y amor. Estarás ahí para ellos cuando estén preparados.
Aunque nunca te sientas bien al no ser el favorito, recuerda que ya llegará tu día. Los niños cambian de favoritos todo el tiempo. Tarde o temprano, esta etapa de preferencia terminará y no sentirás que te ignora el niño más popular de casa. ¡Sé fuerte y sigue adelante!